Soledad…vacío que se llena de silencio, de quietud, de
respuestas sin preguntas…
Calma que no cesa…inmensidad de nada…
Quiero creer que tu nombre puede curar las heridas…pero no
entiendo como, ni se porque…
Mezcla de regocijo y de hartazgo, esta soledad que me
penetra extiende su territorio y llega casi hasta donde se alarga mi mirada, justo
ahí donde tus ojos no me alcanzan…
Y si bien por momentos se siente bien ser libre, en otros me
encuentro cautiva de mis propios muros, sin
puentes levadizos que pudiese bajar cada
tanto, en ese momento exacto en que quisiera
que atravieses mi destino…
Que te lleva cada tanto a mi? Que camino te conduce a mis
aguas tantas veces turbulentas, tantas otras estancadas en oscuros desencantos
que inundan cada uno de mis sentidos…?
Esta tarde otoñal sirve para pensarte, casi con la promesa
de un futuro…pero se que tras ese pensamiento acecha la certeza de no tenerte y
de saberme nuevamente sola…